Cuando quemamos elementos naturales como plantas, resinas o maderas con una intención o propósito estamos sahumando nuestros espacios o a nosotros. Este pequeño ritual combina lo físico con lo espiritual, ya que incluye lo material con los elementos naturales y nuestra energía a modo de pensamiento o deseo.
Esta no es una técnica nueva, sino que empezó en las antiguas tribus, donde se mezclaban diferentes hierbas para quemarlas y utilizar su humo como elemento sagrado. Actualmente, hacemos uso de los sahumerios para limpiar, purificar o cargar energéticamente un espacio según nuestro propósito.
Es muy importante tener clara la intención con la que vamos a sahumar, ya que según el propósito escogeremos unas hierbas u otras. Los sahumerios te acompañan en la búsqueda de tus objetivos, pero para ello es clave que no haya malas energías en el espacio que puedan bloquear la entrada de nuevas vibraciones.
Utiliza una vela o cerillas para prender tu sahumerio. Déjalo prendido durante un par de minutos y sóplalo para apagarlo. El primer humo que desprende haz que salga al exterior. A continuación, esparce el humo que desprenden las hierbas por el interior de la estancia. Es importante prestar especial atención a los puntos donde pueda quedar más energía estancada, como esquinas o rincones. Mientras haces este pequeño ritual, puedes ir repitiendo tu petición en voz alta para mantener tu mente enfocada en ello. Una vez termines con el espacio, puedes pasar el humo por tu cuerpo, desde arriba haca abajo para purificar tu aura.
Existen diferentes momentos en los que nos puede hacer falta sahumar par destensar o recargar las energías:
Según nuestra petición podemos utilizar diferentes sahumerios:
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