Ya se acerca uno de esos momentos que no solo nos conecta con la naturaleza, sino también con nuestra esencia interior: el Equinoccio de Otoño, que este año cae el domingo 22 de septiembre. Y aunque algunos amantes del calorcito del sol podrían sentirse un poco nostálgicos, en el mundo espiritual y energético, este momento tiene una relevancia muy especial.
Primero, para los que no lo tienen claro, el equinoccio es un instante astronómico en el que el día y la noche tienen la misma duración, ¡exactamente! Dos veces al año, la Tierra se coloca en una posición única con respecto al Sol, y eso ocurre tanto en primavera como en otoño. En esta ocasión, nos despedimos del verano y damos la bienvenida al otoño, una época de transformación profunda. A partir de aquí, los días comienzan a acortarse progresivamente (sí, a partir de ahora perdemos alrededor de 4 minutos de luz solar al día), llevándonos hacia el Solsticio de Invierno, cuando la noche será más larga que el día.
Después del verano, cuando nuestras energías han estado más enfocadas hacia el exterior, el otoño nos invita a un viaje de regreso hacia nosotros mismos. Con el descenso de las temperaturas, es el momento perfecto para quedarnos más en casa y aprovechar este tiempo de introspección y renovación. Es una oportunidad para reequilibrar nuestras energías y cultivar un ambiente de paz y armonía en el hogar, preparándonos para los meses más fríos que se acercan.
Os proponemos un ritual sencillo y poderoso para purificar las energías de vuestro espacio, llenándolo de luz, calma y equilibrio. Este ritual, ideal para la llegada del otoño, nos ayudará a atraer armonía y crear un ambiente acogedor donde toda la familia pueda reconectar y sentirse en paz. ¡Es el momento perfecto para abrir las puertas a la energía positiva que nos brinda esta estación!
Para este pequeño ritual solo necesitaremos:
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