Tener un altar en casa nos ayuda a elevar nuestra espiritualidad y a empoderar las prácticas energéticas que hacemos. Gracias a él podemos salir de la monotonía del día a día y conectar de una manera fácil y cómoda con lo sagrado. Hoy os contamos un poco más sobre estos espacios tan especiales y sobre que es lo que tenéis que incluir sí o sí en el vuestro 🔮
Los altares son espacios que creamos nosotros mismos basándonos en nuestras creencias espirituales o religiosas, y que utilizamos para alimentar nuestras energías e intenciones. Estos pequeños templos nos sirven para trabajar en la intuición y disponer de un espacio cargado de vibraciones positivas. Es muy importante recordar que el altar es la representación de nuestras creencias, personalidad y metas, así que tiene que ser fiel a nosotros y ha de expresar quienes somos. Igualmente, podemos ir diseñándolo según los objetivos, las intenciones o manifestaciones que queramos alcanzar, para así conseguir que nos acompañe durante el proceso.
Si todavía no tienes el tuyo, estas son algunas de las cosas que has de tener en cuenta a la hora de montarlo. Sí, por el contrario, ya tienes tu propio altar, revisa que no te falte ninguno de los siguientes elementos 😉
El fuego es un elemento muy relajante que nos ayuda a armonizar los espacios y concentrarnos en un aspecto concreto. Añadir una vela blanca y una vela negra a tu altar proporcionará el equilibrio energético que necesitas para trabajar correctamente en tus peticiones. Con ellas conseguimos limpiar y purificar nuestras energías siempre que vamos a hacer un trabajo. Enciéndelas al empezar tus rituales y apágalas cuando lo hayas terminado.
Las plantas nos conectan con la sabiduría y la estabilidad de la naturaleza, y los cristales canalizan y potencian las intenciones que tenemos, así que incorporar alguno de estos elementos en nuestros altares es una gran idea. Si decidimos añadir minerales, podemos escoger los que encajen con nuestras peticiones o con el signo del zodiaco.
Para conectar con este elemento podemos usar agua intencionada como las Aguas de Ritual. Estas las podemos utilizar para activar nuestros amuletos y potenciar sus energías. Emplearlas es tan sencillo como ponerlas en un recipiente, introducir el talismán, amuleto o mineral que queramos magnetizar con la vibración de estas aguas, y dejarlo reposar durante unos 30 minutos. Posteriormente, lo prenderemos para magnetizarlo.
Podemos representar este elemento en nuestros altares con el humo que desprenden los sahumerios o los inciensos. Además de aportar seguridad al trabajo espiritual y las propiedades específicas de cada uno, nos ayudarán a limpiar y purificar energéticamente el espacio y evitar que se contamine con energías negativas.
Para personalizar al máximo nuestro altar, podemos añadir figuras, fotografías o afirmaciones con las que conectemos. Estas pueden ser de dioses, gurús o referentes a los cuales adoremos y dediquemos nuestras prácticas. También podemos añadir objetos que consideremos sagrados o importantes para nosotros, como una pulsera o algo heredado. Todos estos símbolos nos sirven para guiar y representar nuestras creencias durante el día a día.
💡 ¡TIP EXTRA! 💡 Cuando hacemos un trabajo espiritual, utilizamos los espacios que tenemos a mano, y que normalmente están cargados de vibraciones. Para poder generar un ambiente de paz y armonía en nuestro altar, tenemos que escoger un lugar tranquilo e íntimo en el que podamos centrarnos en nuestras peticiones o manifestaciones. Lo ideal es que situemos el altar en un lugar elevado del suelo 😉
✨ Recuerda que un altar es la representación de tu persona,
así que deja rienda suelta a tu creatividad y explora tu espiritualidad ✨
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