El Solsticio de Verano es un día especialmente marcado en el calendario para los que trabajamos con las energías universales y las fuerzas planetarias. Es un momento envuelto de magia, rituales y tradiciones que lo hacen muy especial y poderoso, por ello, se ha celebrado desde tiempos ancestrales.
La observación del Sol y el culto al fuego son tan antiguos como la humanidad. En la prehistoria pronto empezaron a darse cuenta que a partir de cierto momento, el Sol perdía su fuerza y los días se empezaban a hacer más cortos. Cuando esto pasaba, temían que el Sol no volviera a salir más, llegando la noche y el frío perpetuo. En ese momento de fuerza solar, se empezaron a realizar rituales de adoración al Sol en diferentes culturas y lugares de forma simultánea. Hogueras y ritos de fuego se hacían durante el Solsticio de Verano para ayudar al Sol a prolongar su luz. Estos también consistían en rituales de purificación que buscaban asegurar la el poder del sol.
Chamanes y curanderos esperaban al Solsticio de Verano para recolectar las hierbas, prepararlas y ritualizarlas. ¿Por qué justo en el solsticio? En esta época hay una mayor cantidad de luz, que es absorbida por las plantas y árboles. Esta energía solar potencia las propiedades curativas de las plantas que usaban para sus remedios. Algunas de estas poderosas hierbas eran el hipérico, la salvia, la verbena o la artemisa, entre muchas otras. Uno de los rituales principales que se realizaban, era meter estas hierbas en una bolsita y ritualizarlas durante toda la noche en el fuego de las hogueras. Posteriormente, este saquito lo guardaban durante todo el año como amuleto de protección y limpieza.
Los druidas, por su parte, hacían pasar por estas hogueras a su ganado para así purificarlo y protegerlo ante enfermedades. Ellos consideraban que, durante esa noche, dioses y hadas estaban presentes en la naturaleza, por ello, les realizaban diferentes peticiones para que el año fuera fructífero, tanto en las cosechas como en fertilidad.
En la actualidad, muchas culturas siguen celebrando este fenómeno planetario con rituales que se han convertido en tradiciones. Las más cercanas son las clásicas hogueras de San Juan en la playa. En la Europa del este, durante el solsticio se celebran rituales de fertilidad y amor, donde las chicas depositan en el agua de los ríos coronas de flores y velas, y su movimiento determina la suerte que tendrán durante el año.
Otro ejemplo es el Reino Unido, concretamente en el monumento de Stonehenge, donde se reúnen cada año miles de personas para bailar al ritmo de los tambores y realizar rituales de los antiguos druidas. Este es el templo al Sol más antiguo conocido, y durante el solsticio de verano sus rayos pasan justo por el medio del monumento.
Existen miles de tradiciones relacionadas con el Solsticio de Verano y la fuerza del Sol. Es un momento de poderosas energías que no podemos dejar escapar para trabajar peticiones con nuestro Ritual de San Juan.
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