El equinoccio de otoño es un evento astronómico que marca el inicio del otoño en el hemisferio norte y de la primavera en el hemisferio sur. Es un momento propicio para llevar a cabo ceremonias de agradecimiento, ya que el Sol proyecta sus rayos directamente sobre el Ecuador, creando un equilibrio perfecto entre el día y la noche.
En diversas culturas, se aprovecha esta ocasión para dar las gracias por las cosechas recolectadas de la estación anterior y es buen momento para pedir abundancia y eliminar lo negativo. En esta ocasión os presentamos un ritual casero para agradecer los aspectos positivos que queramos mantener y eliminar todo lo negativo que no queramos. Para el ritual necesitamos:
Empezaremos limpiando el espacio con nuestros productos favoritos: el palosanto, que lo tendremos que pasar por todo nuestro hogar, dejando que el humo elimine las energías negativas, o el Agua Florida, que la podremos rociar en la estancia o a nosotros mismos para limpiar todo aquello que nos rodea.
Una vez que hayamos preparado el entorno, cogeremos una vela del color de nuestro signo del zodíaco. En ella, grabaremos nuestro nombre desde la mecha hacia la base.
A continuación, ungiremos las 3 velas de la mecha a la base con la esencia de Canela y las rebozaremos con la mezcla que habremos hecho previamente de romero y sal. Las iremos colocando en forma de triángulo, situando en la punta superior la vela que nos representa.
En el centro pondremos nuestros minerales y los recubriremos con la mezcla. Lo ideal sería que fueran cuarzo, turmalina u ojo de tigre para ayudarnos a ampliar las vibraciones positivas, neutralizar las energías negativas y tener más seguridad en nosotros mismos.
Una vez situados todos los elementos, cogeremos los dos papelitos y escribiremos con el lápiz lo siguiente: en uno lo que queramos eliminar de nuestra vida y en el otro las cosas que estemos agradecidos. Estos los colocaremos debajo de las velas blanca y negra. Haciendo que el agradecimiento quede debajo de la vela blanca y lo negativo debajo de la vela negra.
Seguidamente, recitaremos la oración que se incluye más abajo, mientras encendemos las tres velas. Empezaremos por encendernos a nosotros mismos, nuestro color, la vela negra, lo negativo, y la vela blanca, lo que agradecemos.
“Universo infinito, Hoy dejo atrás lo negativo y abrazo lo positivo. Limpia mi ser de lo que me limita y permite que la gratitud y la alegría llenen mi existencia. Que tu energía positiva y amorosa me guíe siempre.”
Por último, dejaremos consumir las velas por completo. Lo ideal es prestarles unos 10 minutos visualizando como se va lo negativo y damos paso a lo positivo. Una vez se hayan consumido, quemaremos el papel de lo negativo con una cerilla de madera y lo positivo lo guardaremos en una bolsita junto con los minerales y con un poco de romero y sal. Lo ideal es guardar este amuleto en la entrada de la casa para que pueda ayudarnos a atraer aquello que queramos.
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