Cuando hablamos de justicia divina, inevitablemente hablamos de la Ley Kármica. Esta Ley tiene como fundamento aquello de “cada acción tiene su consecuencia”, y por lo tanto, para evitar consecuencias negativas, hay que obrar siempre de la mejor forma posible. La fuerza de esta ley trata de contrarrestar las debilidades de la justicia que impartimos nosotros mismos, los humanos.
Hay momentos en los que invocamos o pedimos esa justicia divina, reclamando aquello que es “justo” para nosotros. Esta actúa siempre a su debido tiempo, dándole a cada uno la realidad que merece. Pero es importante tener en cuenta que esta ley no depende de ninguna fuerza superior, sino que es una competencia de nosotros mismos y de nuestros actos.
Este principio de la Ley Kármica nos enseña que no hay nada que se dé por azar, sino que todo es causal, una consecuencia de nuestros actos pasados. En la mitología griega, Temis era la Diosa de la Justicia, aquella que imponía el “orden natural”. Esta se suele representar con 3 elementos clave: la balanza, que representa la equidad; la venda de los ojos, que nos indica que sus decisiones son imparciales y objetivas; y por último la espada, símbolo de la ejecución de las medidas.
Muchas veces nos encontramos ante situaciones donde la decisión de una tercera persona nos marcará un punto de inflexión en nuestras vidas. En esas ocasiones, es importante implorar justicia divina, siempre que nuestros actos hayan sido consecuentes como para merecerla a nuestro favor. Para ello, podemos usar el Velón Oración Justo Juez, que nos ayudará a que esa persona que realmente tiene el derecho obtenga la razón.
Por otro lado, cuando tenemos algún tema judicial abierto, también nos ayudará hacer nuestra petición a la Diosa Justicia para que las decisiones humanas sean justas y objetivas, igual que sería bajo su mirada. Para ello, puedes usar el Velón Preparado del la Diosa Justicia o el Doble Carga Diosa Justicia 3 días antes del juicio para que ese día las energías estén enfocadas a nuestro objetivo.
En definitiva, la justicia divina no es más que una forma de equilibrio vibracional 😉 ¡Pide siempre aquello que mereces!
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